Paul W.S. Anderson es un director que se siente como pez en el agua a la hora de adaptar un vídeo juego. Bueno, más que adaptarlo lo hacerlo suyo hasta que poco o nada se parece al original... pero aún así funcionan en la taquilla.
Aún recuerdo el revuelo que se produjo cuando estrenó en 2002 su versión de Resident Evil y el pase de prensa al que asistí donde también estaba el director (altísimo) y su esposa y actriz Milla Jovovich. Menos de un 50% de lo que era el juego estaba en la película, pero como os digo, el magnetismo de Milla, pese a ser una mujer muy pequeñita que se antojaba frágil a cualquier ataque, la convirtió en un pilar fundamental del cine de acción femenino durante una década como ha existido en toda la historia del cine. Las heroínas no nacieron ayer.
Ahora W.S. Anderson escribe y dirigirá la adaptación de este juego de Sega de 1997 que contaba la historia de los agentes Thomas Rogan y G. al recibir la llamada de su compañera Sophie, atrapada en una mansión llena de zombies creados por un científico loco, el doctor Roy Curien. Luego todo era un survival (muy prehistórico y muy pixelado) donde se trataba de ir "pa'lantir" acribillando, desmembrando y matando zombies a balazos. No había más, a parte de horas de diversión y chorrazos de sangre que, un año después cuando salió el juego para la Sega Saturn cambiaron de color haciendo que la sangre fuera verde.
¿Qué esperamos de la película conociendo a W.S. Anderson? Tiros y casquería.
Paul W.S. Anderson no ha escrito ni dirigido nada desde 2020 cuando estrenó Monster Hunter, adaptación de otro vídeo juego de Capcom Company, con un presupuesto de 60 millones de dólares y que llegó a España el 26 de marzo de 2021, cuando aún íbamos al cine con mascarilla. También fue noticia porque la retiraron de la cartelera en China (al día siguiente de su estreno) por un diálogo racista (obviamente hacia los chinos), perdiendo su mayor mercado. Mientras Wonder Woman 1984 hacía 160 millones de dólares en taquilla Monster Hunter no llegó a los 44 millones y medio.
Aún recuerdo el revuelo que se produjo cuando estrenó en 2002 su versión de Resident Evil y el pase de prensa al que asistí donde también estaba el director (altísimo) y su esposa y actriz Milla Jovovich. Menos de un 50% de lo que era el juego estaba en la película, pero como os digo, el magnetismo de Milla, pese a ser una mujer muy pequeñita que se antojaba frágil a cualquier ataque, la convirtió en un pilar fundamental del cine de acción femenino durante una década como ha existido en toda la historia del cine. Las heroínas no nacieron ayer.
Ahora W.S. Anderson escribe y dirigirá la adaptación de este juego de Sega de 1997 que contaba la historia de los agentes Thomas Rogan y G. al recibir la llamada de su compañera Sophie, atrapada en una mansión llena de zombies creados por un científico loco, el doctor Roy Curien. Luego todo era un survival (muy prehistórico y muy pixelado) donde se trataba de ir "pa'lantir" acribillando, desmembrando y matando zombies a balazos. No había más, a parte de horas de diversión y chorrazos de sangre que, un año después cuando salió el juego para la Sega Saturn cambiaron de color haciendo que la sangre fuera verde.
¿Qué esperamos de la película conociendo a W.S. Anderson? Tiros y casquería.
Paul W.S. Anderson no ha escrito ni dirigido nada desde 2020 cuando estrenó Monster Hunter, adaptación de otro vídeo juego de Capcom Company, con un presupuesto de 60 millones de dólares y que llegó a España el 26 de marzo de 2021, cuando aún íbamos al cine con mascarilla. También fue noticia porque la retiraron de la cartelera en China (al día siguiente de su estreno) por un diálogo racista (obviamente hacia los chinos), perdiendo su mayor mercado. Mientras Wonder Woman 1984 hacía 160 millones de dólares en taquilla Monster Hunter no llegó a los 44 millones y medio.