Skinamarink esa ‘película’ de terror
experimental, y tan experimental, rodada con lo que costaría comprar un coche
ha llegado a los cines americanos tras pasar por varios Festivales de Cine de Terror
levantando una gran controversia, que no debería ser tal ya que las cosas o te
gustan, porque entras al trapo en ese juego narrativo audiovisual o no te gusta
y desearías arrancarle los ojos al director para que no haga más películas y
pedirle al productor que te devuelva esos 100 minutos de vida que malgastaste
viendo semejante espanto.
El título de Skinamarink procede de
una canción infantil del grupo canadiense Sharon,
Lois and Bram, creadores también de la canción infantil de “un elefante se
columpiaba en la tela de una araña”. Aunque la canción original de 1910 se
compuso para una obra de Broadway titulada The
Echo de Charles Dillingham, compuesta por el letrista Felix F. Feist y el
músico Al Piantodosi. Fueron Sharon, Lois
and Bram en su programa infantil quienes le dieron mucha fama, tal que
renombraron su programa con el título de Skinnamarink TV.
La ‘película’ escrita y dirigida por Kyle Edward Ball simplemente le ha quitado
una n a la palabra para tomarla como título y esquivar demandas legales
(imagino) para captar al espectador (sobre todo canadiense) y hacerle viajar a
su infancia con él título. Buscando un símil sería como estrenar en España una
peli de terror con el título de Había
una vez, un circo… y viajaríamos a nuestra infancia con los Payasos de la
tele. Al menos en mi caso, seguramente vosotros sois más de Bola de Dragón o Los Caballeros del Zodiaco.
Y esto me sirve como introducción para saber en qué terreno nos movemos y es en
la vida de dos críos, dos peques llamados Kevin y Kaylee que despiertan una
noche descubriendo con horror que su padre no está en casa, que ha desaparecido,
al igual que han desaparecido las puertas, las ventanas e incluso el retrete.
El resto de la ‘película’, además de unos audios e imágenes de dibujos animados
de los años 31, 35 y 35 (libres de derechos), son planos desde el punto de
vista de los niños, planos eternos, algunos en ángulos imposibles, otros desenfocados
o sobreexpuestos de luz y color con una duración eterna. Esta es la típica ‘película’
low cost que podría durar 80 minutos, e incluso 70, pero que gracias a su
director y guionista dura 1 hora y 40 minutos para que te exploten los oídos
por forzarlos o aumenten las dioptrías.
Había que rentabilizar a tope los 15.000 dólares canadienses (10.314 euros) con
planos desenfocados y mal sonido que en algunos momentos incluso tiran del
subtítulo para saber qué dicen en pantalla. Esto consigue que el espectador
agudice la vista hasta el infinito (para ver algo que no existe) y su oído como
si se tratara de un ninja asesino nivel experto.
Ya veis por donde voy, ¿verdad? YT las ‘’ para etiquetar este producto como
película, y se debe a que me pareció en su momento esta tomadura de pelo que
amas u odias, que no es mi caso, porque tampoco es que la odie, pero me parece
una soberana tomadura de pelo que algo así consiga meterse en el circuito de la
distribución en cines y encima haga taquilla, que la está haciendo en USA.
Debo aplaudir este fenómeno ya que desde La
bruja de Blair o más recientemente la primera Paranormal Activity y otras joyas del found footage que no han
llegado a nuestros cines como Horror in
the High Desert de 2021, que me parece una absoluta maravilla por sus 20
minutos finales y por todo el planteamiento de este falso documental con ese
excursionista que se pierde, y que os invito a que la busquéis donde sea y
veáis, porque está realmente bien y se pasa miedo en el último acto, desde
estas tres pelis no creí que se pudiera hacer rentable otro found footage tan
arriesgado como Skinamarink.
Ayudó mucho a crear un hype en internet por esta película no sólo por su póster
o siniestro tráiler, sino gracias a un error en la proyección online de un festival
de cine en streaming donde la gente no sólo la pudo ver, sino que la pudo
descargar a sus ordenadores antes de que se estrenara en cines. Esto ayudó muchísimo
a crear ese lore sobre (lo siento, lo tengo que decir) este despropósito de
experiencia audiovisual con una narrativa lenta tirando a muerta y cero guion.
Que contenga diálogos, un puñado de texto no lo convierte en guion y mucho
menos en una ‘película’.
Me reitero al decir que esto no es una película. Es una experiencia. Un corto
alargado en 1 hora y 40 minutos para abocetar lo que podría ser una
creepypasta, que tampoco está desarrollada, y de la que saldrás igual de
desinformado antes que después de verla.
No puedo etiquetar Skinamarink como
una película porque repito que no tiene guion. Cero guion. Es un montaje de
planos eternos, dos o tres justos de manual, cero terror, incómoda de ver, por
el sonido y el fuera de foco en la mayoría de los planos. Es una experiencia
porque te la tragas de principio a fin como espectador porque has pagado una
entrada de cine, pero esto, en el mundo real se llama “instalación audiovisual”,
como cuando vas a un museo o a una Galería de Arte, en una exposición conjunta,
y ves un plátano pegado a la pared con cinta americana.
Disculpadme pero eso no es arte, es un plátano pegado a la pared con cinta
americana. Pues igual me ocurrió con Skinamarink.
No es una película, es una instalación audiovisual o una experiencia en cine,
pretenciosa y pedante hecha para esa gente snob que se quede alucinada y aplauda
al plátano pegado a la pared con cinta americana.
Skinamarink es una cutrez visual y
un castigo para el espectador.
Para Kyle Edward Ball esta es su primera película tras el corto Heck de 2020, que presentó en el Videoscream
International Film Festival y que curiosamente, y siéntate porque te vas a
quedar muerto o muerta al leer esto, es la primera versión de Skinamarink pero con un niño y su madre
como protagonistas, y con una duración de 28 minutos al que le sobran al menos
15. Como está disponible en YouTube os dejo con el enlace del corto que incluso
es mucho mejor que la película. No sólo por su duración, sino porque no está
tan lleno de planos soporíferos enfocando NADA, aunque recurre a la misma
estética de colores, mal sonido, imágenes fuera de foco y un largo etc, que
repitió en Skinamarink, aunque aquí
cambia a un final muchísimo mejor.
HECK Kyle Edward Ball 2020
Debemos tener mucho cuidado al ensalzar mediocridades como esta u otros tipos
de fenómenos artísticos que pretenden demostrar el talento del autor, y
defender el cine de terror de verdad ante instalaciones o vídeo arte como este Skinamarink de Kyle Edward Ball.
También me parece desafortunado el comentario del director cuando dijo que
tendríamos que ponernos en nuestro yo de cuatro años para entender la película.
Kyle Edward Ball, querido, no tuve que nacer en Tatooine para entender La Guerra de las Galaxias, película que
recuerdo plano a plano aún hoy día a mis
51 años, cosa que no creo que suceda con Skinamarink
de aquí a 5 meses porque la habré olvidado por completo.
Para mi sorpresa Gunn y Safran nos han dado más de lo que esperábamos, y abre
ese abanico encasillado en cuatro o cinco pilares de DC Cómics para abrirlo en
un abanico de conocidos y desconocidos que deberán, en algún momento, cruzar
sus vidas en ese universo como ya ocurre en Marvel casi desde sus inicios.
Además ha hecho algo más ingenioso aún, y es dar luz verde a que cualquier
personaje, sea de una serie de animación, televisión o cine rompa las cadenas
que le atan a ellas para saltar a otro formato. Así que puede que nos
sorprendamos cuando veamos a un personaje de una serie hacer un cameo en una
peli, o ver a un personaje de animación en imagen real dentro de una serie, o
una película. Eso va a ser divertido y, como las campanas de las
notificaciones, recordarle al espectador que está en el Universo DC, no en la
película de un superhéroe, sino en un universo compartido por muchos de ellos.
Creo que la que más que me sorprendió, además de los nuevos e inimaginables
proyectos como el de Creature Commandos contra
los nazis, fue el encontrarme una rareza como la de una película de terror para
La Cosa del Pantano. Aún tengo muy
fresca la serie de 2019 creada por Gary Bauberman, que como ya sabéis en
Cookies le tenemos amor/odio por su trabajo, producida por James Wan para The
CW que no está ni en el catálogo de HBO Max. Una serie que funcionó a medias (a
mí me encantó), con un cliffhanger final buenísimo para una segunda temporada
que nunca llegó porque la cancelaron.
También me sorprendió los dos Batmans, ya que como comentó “Matt Reeves tenía
cerrado un contrato para dirigir una película más”. Esto puede ser una frase
mortal porque quizá no se rueden más películas de Batman con Robert Pattinson y
sigan con el actor que interprete a Batman en The Brave and the Bold. Si esto es así la serie de El Pingüino podría vivir su minuto de
gloria con una única temporada.
Pero también dejó claro que tanto el Batman
de Reeves como el Joker y secuela de
Todd Phillips son versos sueltos situándolas en los elseworlds (Otros Mundos) que es como se denomina en DC a esas
películas. Además será un distintivo para continuaciones, en caso de hacerse un
Batman Parte III, como también
podría ocurrir con los Batmans que veamos en The Flash de Andy Muschietti, que desde ya os aseguro que no habrá
otro Flash para Miller.
Así que tenemos a estos elseworlds
que van ‘a su bola’ y que no le molestan a Gunn porque el nuevo DC es todo lo
que vendrá de su mano y que nada o poco tiene que ver con lo anterior.
Imaginemos que The Flash va genial,
y que a DC Studios le gustaría que Muschietti hiciera el guion de una película
en la que confluyeran todos los Batman, un Batman folie de beaucoup o una
locura de varios Batman, pues esa película sería de DC pero dentro del apartado
elseworlds y fuera de la creación de
James Gunn y Peter Safran.
Las películas rodadas hace eones (pero sin estrenar) se han convertido ahora en
el prólogo del nuevo Universo conectando Shazam!
2 con The Flash, película que lo
reiniciará todo y que dará pie a un nuevo personaje como es Blue Beetle que podría seguir en este
nuevo Universo y por último Aquaman 2
que cerrará el arco antes de la presentación del nuevo Superman en Superman: Legacy. Si hicieran un Aquaman 3 porque la 2 fue un bombazo en
taquilla y a DC Warner Bros. hay que taparles las deudas no dudéis que la
harían dentro de las elseworlds.
James Gunn ya ha visto The Flash (de
la que se rumorea tiene hasta 20 finales y aún no se deciden con cuál quedarse),
y dijo de ella que era “Jodidamente increíble. Una de las mejores películas de
superhéroes que he visto. Esperamos contar con ellos (Andy y Barbara
Muschietti) en el futuro. Irían directos al elseworlds.
¿Quiere decir esto que nuestro Momoa/Aquaman seguirá dentro del universo DC y
que por eso hace unos días salió la mar de contento de su reunión con Gunn y
Peter Safran? Podría ser y no, lo que muchos aventuraron en Twitter como su
salto al personaje de Lobo. Quizá no
interprete a este personaje y sí contemos con una tercera película para cerrar
el arco de este personaje.
Es más factible contar una vez más con Momoa que con Ezra Miller de quien dicen
ahora maravillas y le dan todo su apoyo pero que veremos si lo mantendrán
cuando se estrene The Flash, de la
que muchos dicen ya que será un éxito en taquilla aunque sólo sea por el morbo
que se ha producido durante su rodaje, post-producción, delitos del actor y un
larguísimo etc. Flash ya ha sido interpretado por otros actores, y Miller se ha
cargado su propia carrera dejando otra película por estrenar, imagino que la retienen
hasta que se estrene The Flash y sea
un éxito, como es Daliland de Mary
Harron con guion de John Walsh en la que Ben Kingsley interpreta a Dalí, Ezra
Miller al joven Dalí y Barbara Sukova (Ruido
de fondo, Servant o Hunters) interpretará a Gala esposa y
musa de Dalí. Daliland finalizó su
rodaje el 8 de mayo de 2021 y tenía fecha de estreno para el 18 de julio de
2022 que… no se estrenó. Y sigue sin estrenarse ni tiene fecha de estreno. The Flash se estrenará en junio.
Apostaría a que a la vuelta del verano lo hará Daliland.
Y como la actualidad es así, sigo sin poder hacer la sección que tenía en
mente, pero no me desagrada porque de lo contrario os tendría que hablar de ese
TV Movie tan chulo que ha dirigido M. Night Shyamalan y de la colleja que le
daría a Steven Spielberg por vendernos “postales de su pasado” como si fuera
una gran e interesantísima historia que me pareció de lo más aburrida. Os
libráis de eso.
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