Netflix adquiere los derechos de explotación de Don’t move, la nueva producción de Sam Raimi protagonizada por Kelsey Asbille, Finn Wittrock, Daniel Francis y Dylan Beam.
A Asbille la conocemos de series como Fargo o Yellowstone y a
Wittrock de varias entregas de American
Horror Story.
La película de terror cuenta cómo una rehén de un asesino en serie, que le ha
inyectado un paralizante, deberá sacar fuerzas de donde e sea para huir antes
de que la toxina termine de extenderse por todo el cuerpo y quede paralizada a
merced del asesino.
En la dirección están Brian Netto y Adam Schindler con guion de T.J. Cimfel y
David White. Producen Raimi Productions, Ghost House Pictures, Capstone Studios
y Hammerstone Studios.
La película se encuentra en posproducción sin fecha de estreno por el momento y con
una calificación R que de poco le servirá si se estrena en la
plataforma.
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