sábado, 2 de marzo de 2024

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HABLEMOS DE SUEÑOS

Que durmáis bien, felices sueños y hasta mañana. No, no estoy cerrando la sección, sino abriéndola al mundo más onírico que hayamos visitado nunca en Cookies on the Net. Olvidaos del multiverso y olvidaos del reino cuántico. Este mes se estrena Dream scenario, película protagonizada por el simpar Nicolas Cage, interpretando a un hombre que se aparece en los sueños de millones de personas, y deberá investigar qué es lo que sucede, porque a veces esos sueños son pesadillas.

Y como la cosa va de sueños, pues qué mejor que leer esta sección por la noche, justo antes de dormiros. Dormir es algo imprescindible para el ser humano, ya que durante las horas del sueño, el cuerpo recupera la energía utilizada durante el día, y se recomienda dormir entre seis y ocho horas, aunque el ajetreo de la vida actual no le permite a mucha gente ese lujo. El stress, la depresión o la angustia nos condicionan a casi todos de muchas formas, y nos quita el sueño o nos provoca insomnio, es decir, no dormir casi nada durante la noche o cuando nos corresponda dormir.

Pero cuando lo hacemos, en ocasiones no, pero en otras sí, entramos en un proceso mental en el que vivimos experiencias oníricas mientras dormimos, a veces concretas pero casi siempre surrealistas. Podría poneros ejemplos propios. Yo soñé una vez que King Kong, el gorila gigante, me pegaba un mordisco en el culo. Como lo leéis. Dicen que los sueños tienen un significado. Pues ya me diréis qué significa ese sueño.

Bueno, la ciencia ha estudiado los sueños y los ha dividido en etapas según la profundidad del sueño. Para mí es muy fácil, cuando una persona ronca, es que está muy dormido. Al menos ese es mi caso. También podemos acudir al famoso monólogo recitado por el personaje de Segismundo en la obra La vida es sueño, del dramaturgo Pedro Calderón de la Barca, ese que dice “que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son”. Y podríamos considerarlo así, como un sueño. Al fin y al cabo, con el tiempo nuestros recuerdos son incapaces de diferenciar cosas que hemos vivido con cosas que hemos soñado o incluso películas que hemos visto. Cuando vamos al cine, muchas veces sentimos emociones que recordamos más adelante. ¿Quién no se habrá puesto triste con La lista de Schindler? ¿Quién no se habrá muerto de risa con Top secret? ¿Quién no se asustó con Poltergeist? Pues esas sensaciones son similares a las que experimentamos en situaciones de nuestra vida diaria. ¿Y cuántas veces habéis tenido una pesadilla chunga y os habéis despertado quizá sudando o gritando? ¿En cuántas ocasiones os habéis asustado porque soñasteis que os caíais al suelo, y esa sensación de caída os hizo despertar?

Y en este punto tengo que decir que escribí una novela, registrada en 2007 y nunca publicada, sobre un futuro en el que todos los sueños y las pesadillas de la humanidad se manifestaban físicamente en nuestro mundo. Esa obra está, nunca mejor dicho, durmiendo en un cajón.

Bueno, pues ese mundo onírico aún está sin esclarecer, porque una cosa es entender las fases del sueño y otra entender los propios sueños. Muchos dicen que se pueden interpretar, incluso hay quienes dicen que uno podría ser capaz de hacerse consciente estando en un sueño y manejar ese sueño a su voluntad. Sin entrar a valorar nada de eso, lo mejor será sentarnos en nuestras cómodas butacas y repasar las películas donde los sueños han tenido cierto protagonismo. No son muchas, así que esta sección se os pasará en lo que dura una siesta. Tomaos una dormidina, poneos el pijama y abandonemos este mundo de tragedias y desgracias para adentrarnos en la fantasía imprevisible de los sueños, que nunca sabes lo que nos van a proporcionar.

Comenzamos con todo un clásico basado en los cuentos de Lyman Frank Baum, El mago de Oz, en el que una joven de Kansas llamada Dorothy viaja a causa de un tornado al mágico reino de Oz, donde se encontrará con un espantapájaros sin cerebro, un hombre de lata sin corazón y un león cobarde, y juntos recorrerán el camino de baldosas amarillas hasta el castillo del Mago, para que arregle sus problemas, a la vez que intentan esquivar a la malvada bruja del Oeste. Al final del cuento, todo era un sueño de la inolvidable Judy Garland que cantaba aquello de “somewhere over the rainbow”.

Un sueño fue también el de Alicia, otra chica que viajaba a otro mundo mágico, esta vez el País de las maravillas, siguiendo a un conejo blanco a través de su madriguera hasta un lugar lleno de locos, un gato invisible, un sombrerero que no deja de tomar el te, una reina que gobierna un ejército compuesto por cartas de la baraja y etc. Allí vivirá grandes aventuras hasta despertar y descubrirse en el mundo real, donde sus personas más cercanas le recordaban a los personajes del sueño.

Otro cuento, nacido de la tradición oral y popularizado por los relatos de Charles Perrault y los hermanos Grimm, es el de La bella durmiente, una princesa que es maldecida por una bruja con morir al cumplir los quince años tras pincharse con el huso de una rueca (un objeto que sirve para hilar prendas), pero una de sus hadas madrinas cambia la maldición por un sueño permanente hasta que llegue un príncipe y le de un beso de amor verdadero. Oh, qué bonito.

Y cambiando totalmente de perspectiva, nos vamos a una de las películas que más me han gustado en este subgénero de los sueños. En La gran huída, protagonizada por Dennis Quaid, un hombre es entrenado por un médico para poder proyectarse en los sueños de otras personas a través del mundo astral, que se supone es donde va nuestra alma cuando fallecemos. En esos sueños intenta ayudar a diversas personas, pues una regla no sé si escrita de los sueños dice que, si una persona muere en un sueño, muere al mismo tiempo en la vida real. Y sabe de alguien que también tiene esa capacidad de hacer lo mismo y pretende entrar en un sueño del presidente de EE.UU. para matarlo, así que su misión será protegerlo en una lucha llena de peligros, dentro del mundo de los sueños. Aquí os dejo el tráiler.




Si hay alguna, más que película, franquicia, relacionada con el mundo de los sueños y el género de terror, es la creación de un mito tan épico como el de Freddy Krueger en la saga de Pesadilla en Elm Street. Supongo que a nadie se le pasará por desconocido este personaje, pero para quien no lo sepa, si es que hay alguien, Freddy Krueger, llevado a la vida por obra y gracia del ya fallecido director Wes Craven, era hijo de una monja y cien pacientes de un psiquiátrico que la torturaron y violaron.

Ya de adulto, tras una infancia de comportamiento psicopático, asesinó a más de 20 niños de un vecindario. En el cuarto de calderas de su casa, los padres de los niños asesinados y otros vecinos le quemaron vivo, y por una aparición espectral demoníaca que sufrió Freddy, comenzó a aparecerse en los sueños de los jóvenes, la mayoría hijos de quienes le asesinaron, vistiendo un jersey a rayas, con la cara quemada por el fuego y llevando un característico guante con afiladas cuchillas en sus dedos, y asesinando a los jóvenes en sus sueños, de formas muy creativas y sangrientas, también les asesinaba en la vida real. Hay que destacar que uno de los primeros asesinados fue el actor Johnny Depp en su primer papel en el cine.

Pues bien, Freddy Krueger protagonizó un total de nueve películas, incluyendo el remake, ocho de ellas en la piel (quemada) de Robert Englund y el remake encarnado en el cuerpo (chamuscado) de Jackie Earl Halley. Lo que ocurre es que a partir de la tercera película Freddy fue el héroe para los espectadores, en lugar del malo, y todos le aclamaban cada vez que aparecía. En uno de sus films incluso se enfrentó a otro mito del terror, el gran y enmascarado psychokiller Jason Vorhees, sí, ese, el de Viernes 13.

Y pasando del terror a la animación, nos vamos al anime El pequeño Nemo, donde un niño que tiene constantemente sueños en los que viaja con su cama por un reino de fantasía, es invitado por el rey Morfeo a ser su príncipe heredero en el Mundo de los Sueños. Y sin salirnos de Japón, seguimos con Los sueños de Akira Kurosawa, también de animación, compuesta por ocho episodios que hablan sobre las relaciones del hombre con el mundo, el arte, la muerte... todos ellos basados en sueños del famoso director japonés, el gran mito del cine nipón.

Damos unas vueltas en la cama y nos detenemos en la película Dentro de mis sueños, donde Annette Bening interpreta a una mujer que tiene sueños muy vívidos, imágenes que reflejan los actos de un psicópata que se mete en su mente, aunque nadie cree que esos sueños sean reales, ella sabe que el psicópata dará con ella tarde o temprano, no sabe con qué propósitos. Y tampoco sabe que el psicópata, con el paso de los años, terminaría convirtiéndose en Iron Man.




Ahora, que si de sueños hablamos, eso es lo que hemos vivido todos los seres humanos hasta 1999, cuando la película Matrix nos enseñó que nuestra vida no era más que un sueño en el que la rutina diaria parecía lo real, pero la verdad es que vivimos en un mundo dominados por máquinas y todos estamos dormidos sin saberlo. Todo cambia cuando Neo, un hombre escogido por aquellos que viven fuera de esta realidad atrapada en la matriz (Matrix) de un gigantesco ordenador, despierta a la realidad para convertirse en el elegido que acabará con la dominación de las máquinas y despertará a toda la humanidad a la realidad. Aunque para ello necesitó tres películas y una posterior secuela, pero como la primera, ninguna.

Una especie de sueño es también lo que sufren quienes protagonizaron la saga Destino final, compuesta por ahora de cinco películas. Todos ellos tienen breves sueños sobre un accidente, ya sea en un avión, en una montaña rusa, en un circuito de carreras, en una carretera o en un puente, accidentes en el que fallecen numerosas personas, incluidos ellos y ellas mismas, y al despertar se dan cuenta de que ese accidente aún no ha sucedido, por lo que avisan a los demás de lo que está por venir. Algunos le seguirán hasta ponerse a salvo y otros fallecerán, pero quienes han sobrevivido gracias al aviso de los soñadores, comenzarán a ser perseguidos por la muerte misma y a sufrir accidentes aún más horribles que aquellos en los que estaban destinados a morir, por lo que tratarán de evitar sus muertes a toda costa.

Jennifer López interpretó en La celda a una psicoterapeuta capaz de insertar su mente en la de otras personas y ver sus propios sueños, por lo que es contratada por el FBI para meterse en el cerebro de un psicópata que se encuentra en coma, y atravesando sus horrendos y sangrientos sueños, deberá averiguar dónde se encuentra su última víctima, a la que ha secuestrado y aún podría permanecer con vida.

Mientras roncamos profundamente nos introducimos en La ciencia del sueño, película en la que un diseñador con una imaginación tan desbordada que le hace prisionero de sus propios sueños, encuentra un trabajo en París por mediación de su madre, aunque es un trabajo rutinario de oficina. Allí conocerá a una joven a la que tratará de conquistar utilizando su propia mente y lo que es capaz de imaginar con ella.




Otro anime que nos introduce en el inconsciente de las personas dormidas es Paprika, detective de los sueños, en la que una psiquiatra desarrolla una terapia con una máquina experimental que le permite introducirse en la mente de sus pacientes para tratar sus ansiedades, pero alguien roba uno de los prototipos del laboratorio y lo utiliza para meterse en la mente de los creadores del aparato y destruir su personalidad cuando están durmiendo.

La película Ink, de corte fantástico, nos presenta a dos fuerzas opuestas, las que nos traen sueños placenteros y las que nos aterran con pesadillas. Una niña de ocho años se despierta en su propio sueño y es raptada por un mercenario de ese mundo onírico. La entidad llamada Ink, que es quien se encarga de proporcionar pesadillas a los durmientes, llevará a la niña a través de esa dimensión mientras quienes proporcionan el sueño intentarán liberarla.

Origen, de Christopher Nolan, es también otra película llena de misterios y sueños, en la que un experto que puede extraer los secretos del subconsciente de las personas mientras duermen, intentará cambiar de vida haciendo lo opuesto, insertar una idea en la mente de alguien, pero su plan se complicará porque hay alguien más que conoce todos sus movimientos, y la historia se complicará con mucha gente durmiendo dentro de un sueño y soñando con otro sueño en el que también duermen y sueñan. Un cacao casi tan incomprensible como el de Tenet.

Y después de roncar, ya sumergidos en lo más profundo de la fase REM, entramos en Somnia, dentro de tus sueños, la historia de un niño que es adoptado por una pareja, la cual descubre que los sueños del niño se hacen realidad cuando duerme. Y sus pesadillas también. Podéis verlo en este tráiler.




Entramos en la última parte de nuestro sueño, poco antes del amanecer con Mara, una historia de suspense sobre una psicóloga criminalista que investiga el caso de un hombre estrangulado por su esposa mientras dormía. La única testigo del hecho es la hija del matrimonio, de ocho años. Pero la psicóloga descubrirá que en todo este asunto hay la presencia de un demonio capaz de matar y petrificar a las personas cuando duermen, así que tendrá que sumergirse en sus propias pesadillas para intentar salvarse tanto ella como a la niña.

El drama romántico Amor sin tiempo es la historia de una mujer que tras pasar dos meses en coma descubre que su vida ha cambiado y que, como en una segunda oportunidad, ahora no está casada ni tiene hijos, cuando antes sí lo estaba, así que seguirá adelante con esa vida para ver qué le depara el futuro. Las dos películas siguientes inciden en el estado totalmente opuesto al del sueño, que es el insomnio, algo que personalmente conozco muy bien, ya que todo el stress, tensión, ansiedad, nervios y depresión que llevo dentro, mezclado y multiplicado por mil, me impiden dormir muchas noches, y no tengo más remedio que recurrir al Trankimazin, aunque prefería que fuese Trankimazinger Z, así me pasaría la noche volando y lanzando los puños fuera, y tal vez encontraría una Afrodita A con un par de misiles que... bueno, da igual, a lo que iba.

En Deep, cuatro estudiantes se someten al experimento de una empresa que está probando un nuevo medicamento. Dicho experimento, por el que ganarán una pasta, consiste en mantenerles en estado despierto, pero el asunto se descontrola y los estudiantes tendrán que buscar una solución para que no pasen cosas muy chungas, porque cuando uno no duerme, creedme que la realidad se puede torcer muchísimo, y para mal.

La otra película, Disomnia, cuenta que un suceso a escala mundial deja inutilizados todos los dispositivos electrónicos y también la capacidad de dormir de los seres humanos. Sometidos a un insomnio constante, los humanos buscan una solución para poder volver a conciliar el sueño, mientras que una antigua soldado cree tener la cura para ese insomnio perpetuo en su propia hija.

Y finalizamos con una serie, basada en un cómic del creativo autor Neil Gaiman, titulado Sandman, sigue las peripecias de Morfeo, el rey de los sueños, intentando arreglar los errores cósmicos y humanos que ha cometido durante su existencia, que es prácticamente desde la creación del universo.



Después de todos estos sueños y pesadillas, nos despertamos, bostezamos y nos estiramos adecuadamente para aclarar nuestra cabeza y volver a pisar esta realidad mundana de la que solo nos evadimos en los sueños más extraños que una mente pueda concebir. Tras el aseo y habernos vestido, toca ir con los compañeros a la misa negra de cada semana, pues el mes de abril estará dedicado, si nada lo impide, a quienes viven en las profundidades de nuestro planeta, esos que llevan cuernos y vigilan calderos hirviendo con pecadores en su interior, torturándoles constantemente. Sí, el mes que viene hablaremos de diablos, o demonios, como mejor os parezca.

El Monstruo de las Cookies + MartiNina.

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