Good Luck, Have Fun, Don't Die

Con el rocambolesco título de Buena suerte, Diviértete, No mueras, Gore Verbinski regresa a la dirección con un guion de Matthew Robinson, en el que se cuenta un... Terminator más real que el de James Cameron, y de una forma más peculiar.

Es verdad que el guionista Robinson con títulos como: De amor y monstruos, Dora y la Ciudad Perida, Monster Truck o ser uno de los guionistas en dos ceremonias de los Premios Globos de Oro no es que nos diga mucho, pero si consiguió sacar de su ostracismo a Verbinski, ahí es cuando saltan todas nuestras alarmas, y más si recordamos que la última película que dirigió fue La cura del bienestar de 2016, hace más de ocho años, después de regalarnos maravillosas aventuras como director de las tres primeras películas de Piratas del Caribe o aterrorizarnos con el fantástico remake americano de The Ring (la señal).

Hay que puntualizar que esta historia es una aventura de acción y animación, aunque rodada en imagen real. Nada que ver con otra película de Verbinski como fue Rango de 2011, que fue cine de animación.

¿Pero de qué va?

En Buena suerte, Diviértete, No mueras tenemos a un viajero del tiempo (que llega desde el futuro) y entra en un restaurante de Los Ángeles para "reclutar" a una combinación muy específica de clientes descontentos, para que le ayuden en la misión esa misma noche para luchar y detener a una inteligencia artificial rebelde que someterá al mundo y a los humanos. Entre esos clientes del restaurante veremos a Juno Temple, Michael Peña y a Zazie Beetz.

Good Luck, Have Fun, Don't Die se estrenará en USA el 31 de enero del 26, y tras proyectarse en el FantasticFest (ayer) dicen de ella que es: "Una de las películas de ciencia ficción más originales y creativas", "Extremadamente oportuna e ingeniosa. Increíblemente y de dejarte sin palabras", "Oportuna, divertidísima, llena de acción y por momentos bastante aterradora", "El reparto es increíble: reí, lloré y aplaudí".

El éxito de este guion radica en la sátira que proyecta sobre el espectador que prefiere evadirse de la realidad, de la violencia del mundo real, escondiéndose detrás de la tecnología.

Como curiosidad esta producción no está apoyada por una mayor como conocemos, o como las que apoyaron en el pasado a este director, sino por productoras independientes y por Constantin Film, que aunque podríamos pensar que es una de esas mayor, no lo es. Además la distribución (en los cines americanos) la lleva Briarcliff Entertainment, que supongo que la conocerán sus empleados y los familiares de estos.